Cuando escuchamos la palabra posadas, no solo pensamos en las cosas que comemos y tomamos, los tamales, el champurrado, o chocolate etc. Se vienen a nuestra mente imágenes que desde chicos aprendimos como, el burrito, Maria, Jose y el niñito Jesus. Tambien volcamos nuestro corazon a los canticos o villancicos que cantamos.  Volver a ver a las personas con quienes anualmente nos sentamos, nos volvemos uno. En las posadas todos somos uno, todos tenemos un motivo, adorar a Jesus. y agradecer a Dios por haber usado a la virgen Maria,  y darnos en su Hijo al Salvador del mundo.

Cuando se llega el tiempo de las posadas, agendamos un dia especial en cada casa, que asi lo permiten, al final de ese tiempo realizamos una Mega-posada en el Templo . Es una experiencia inolvidable.

 Gracias a cada familia que al abrir sus casas hacen posible una posada.